“y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.”Job 1:21
Job acababa de recibir la noticia de la muerte de sus hijos e hijas, además de haber perdido todas sus pertenencias y riquezas.
Su reacción luego de recibir estas noticias es adorar, esto no solamente nos habla de cómo era el corazón de Job sino de quien es Dios.
Nuestro Dios es sublime, amoroso, misericordioso, justo, soberano, bueno, omnipresente, omnisciente, Él sabe que es lo que más amamos en esta tierra y que es aquello que adoramos también.
Job era un hombre que confiaba en Dios, sabía que Dios nunca actuaría con crueldad y sin justicia ni impulsivamente, sabía que por más que perdiera todo lo que tenía en poseciones, Dios no lo abandonaría y eso le bastaba.
El mundo a nuestro al rededor se esfuerza por hacernos creer que siempre nos falta comprar o experimentar algo más, y se encargan de darnos facilidades para obtenerlo inmediatamente.
Pero ¿Donde está el contentamiento cristiano? ¿Donde están los hombres y mujeres que imitan a Job? ¿Donde están los hombres y mujeres que tienen a Cristo como el máximo ejemplo de dejarlo todo y vivir para la gloria de Dios?
Esta es una generación materialista, superficial e impaciente. Nos tiembla todo el cuerpo cuando sentimos que nuestro Smartphone no está en nuestro bolsillo, no podemos pasar por una tienda de electrodomésticos sin que nuestro corazón nos de cien razones por las que necesitamos el nuevo modelo de TV y accedemos a la compra en cuotas en muchas cosas totalmente innecesarias.
Pero nosotros como cristianos somos llamados a vivir en contentamiento.
Recordemos las palabras del apóstol Pablo a Timiteo:
“Porque nada hemos traído al mundo, así que nada podemos sacar de él. Y si tenemos qué comer y con qué cubrirnos, con eso estaremos contentos.”
1 Timoteo 6:7-8 LBLA
Deléitate en el Señor y Él alineará tus deseos a sus deseos y así concederá las peticiones de tu corazón una vez que este sea piadoso.
Nuestro mayor ejemplo es nuestro Señor Jesucristo quien se despojó a si mismo y tomó forma de siervo hecho semejante a los hombres para dar su vida por nosotros.
No gastemos nuestro tiempo en acumular riquezas sino invirtámoslo en hacer tesoros en el cielo.
Que este sea un día en el que hagamos tesoros en el cielo.
Pero ¿Donde está el contentamiento cristiano? ¿Donde están los hombres y mujeres que imitan a Job? ¿Donde están los hombres y mujeres que tienen a Cristo como el máximo ejemplo de dejarlo todo y vivir para la gloria de Dios?
Redes Sociales
http://www.facebook.com/ManchegoMusic
http://www.instagram.com/martin_manchego