Las moscas muertas hacen heder y dar mal olor al perfume del perfumista; así una pequeña locura, al que es estimado como sabio y honorable. (Eclesiastés 10:1)
Hace unos años visité una iglesia donde conocí un hombre que tenia un conocimiento grande del libro de Romanos; cuando le escuché mencionar versos del capitulo cinco, con una facilidad sorprendente pensé que seria un buen maestro de la palabra de Dios para mi vida, empecé a juntarme con el de tal manera que incluso lo estuve acompañando en su trabajo por unas semanas.
Fue suficiente verlo un par de horas en el trabajo para conocer que aquel a quien yo consideraba un hombre de Dios por sus conocimientos podía decepcionarme; tan pronto como se presento una situación adversa pude notar que se ofusco y luego de esto dio un grito vulgar, fue fatal, eso me decepciono y entristeció mis primeros pasos de cristiano.
Aunque sabemos que no somos perfectos, estamos llamados a vivir en santidad, mansedumbre, paciencia y templanza, más aun si eres enseñas o tienes algún ministerio, inclusive el solo hecho que te nombres como cristiano demanda de ti una vida sin mancha.
Seguramente admiras a algún hombre piadoso por su ejemplo de vida, eso esta bien pero el Señor va más allá de pedirte admiración por alguien ejemplar, el pide que tu seas ejemplo para los creyentes:
Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. (1 Timoteo 4:12)
Guarda con mucho cuidado y diligencia tu testimonio, recuerda que decir soy cristiano es decir “Soy imitador de el carácter de Jesucristo” Una pequeña locura como actuar apresurada mente, dejarte llevar por el enojo, la lujuria, los celos, la presión del día a día, puede manchar la reputación de todos tus hermanos y puede ser un obstáculo o excusa para que un inconverso no acepte el mensaje del evangelio como relevante.
¿Te das cuenta como tu testimonio y el control de tu carácter puede ser tan influyentes en las personas? Las consecuencias pueden ser milagrosas o también desastrosas. Recuerda el carácter del Señor Jesucristo el era manso y humilde de corazón.
Una de mis frase favoritas es “El cristiano debe recordar para hacer recordar” recordar el carácter de JESUS para imitarlo y hacer recordar que Él vive en cada persona que se somete a su voluntad y cree en el mensaje del evangelio.
Normalmente cuando explota nuestro temperamento tendemos a decir toda clase de disparates que falsos o verdaderos arruinan nuestro testimonio, dañan a nuestros seres queridos y nos alejan enormemente de ser imitadores de Jesucristo, recuerda que las circunstancias difíciles o la ofensa en nuestra contra no nos dan licencia para mostrar un carácter terrible sino una oportunidad para crecer en paciencia y confianza en Dios. piensa en estas palabras del apóstol Pedro:
Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente; quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados. 1 Pedro 2:21-24
Que este no sea un día de pequeñas locuras sino de honrar a Dios a pesar de las circunstancias difíciles.
Recuerda que las circunstancias difíciles o la ofensa en nuestra contra no nos dan licencia para mostrar un carácter terrible sino una oportunidad para crecer en paciencia y confianza en Dios.
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Martín Manchego 